Si te encuentras en una situación económica delicada que te está impidiendo seguir pagando las cuotas de tus deudas, debes saber que existen varias vías para lograr revertirla. En este artículo te vamos a dar algunas recomendaciones para pagar un préstamo que tengas, para que puedas hacer frente a las cuotas con mayor comodidad.

¿Qué recomendaciones me dais para pagar un préstamo?

Es posible que estés pasando por apuros económicos, y muy posiblemente en gran medida a la crisis derivada de la COVID-19. Como bien sabrás, son muchos los españoles que actualmente se encuentran en un ERTE, que han perdido su antiguo puesto de trabajo o cuyos negocios hayan dejado de dar ingresos al no poder seguir con su actividad comercial.

Si este es tu caso, y te encuentras abrumado por las deudas que tienes contraídas, te exponemos algunas recomendaciones para pagar tu préstamo:

No endeudarte más

El primero de ellos y el más evidente es no seguir endeudándonos. A veces pensamos que pedir un crédito para pagar otro es útil, pero con esto no hacemos más que retrasar lo inevitable, a la vez de empeorar la situación al tener que pagar unos tipos de interés más altos.

Si necesitamos liquidez cuanto antes, lo más apropiado es pedir dinero prestado a algún familiar o amigo, o hablar con la entidad bancaria para buscar una solución que se adapte a tus circunstancias. Los bancos, en este sentido, nos permiten pedir un anticipo de nómina de hasta 3 meses (si tenemos empleo) o pedir una prórroga al banco con el que ganar algo de tiempo.

Haz recortes

Debes analizar cuáles son tus gastos y detectar todos aquellos de los que puedes prescindir. Esto es totalmente necesario si tu objetivo es alcanzar un determinado % de ahorro y así poder seguir pagando las deudas.

Organiza tu deuda

Es importante que des prioridad a aquellas deudas que requieren de una mayor atención. Siempre hay deudas más urgentes por otras, por lo tanto, deberíamos centrarnos en las que más nos interese. También debemos contemplar que algunos acreedores nos darán más facilidades de pago que otros.

Si, tras contemplar estas recomendaciones para pagar tu préstamo, crees que no va a cambiar tu situación, existen otras opciones que pueden resultarte interesantes: la reunificación, la reestructuración y la Ley de la Segunda Oportunidad.

La reunificación de deuda

Esta opción consiste en agrupar todas tus deudas en una sola cuota reducida que se consigue a costa de alargar la deuda más tiempo. Pero, como todo en esta vida, tiene sus inconvenientes, y es que, si alargamos los años a pagar la deuda, a largo plazo, también acabaremos pagando más intereses, que por otra parte pueden ser más elevados que los actuales.

Otro inconveniente importante son los gastos adicionales que supone reunificar la deuda. Y es que se tiene que pagar el coste por cancelación de la antigua deuda, y de apertura de la nueva. Además de las comisiones y gastos de gestión para realizar este proceso.

La reestructuración de la deuda

A diferencia de la opción anterior, en este caso no se reunifica ninguna deuda, sino que se negocia con los bancos a fin de conseguir un nuevo plan de pagos acorde a tu situación económica actual. Este plan de pagos fija una cantidad a pagar más baja que la actual y se puede llegar a reducir el interés a pagar por la deuda.

A su vez, se fija un nuevo calendario de pagos con nuevos plazos de amortización y con cantidades que ascenderán gradualmente. De esta forma pagamos menos los primeros meses a costa de pagar más en las cuotas siguientes.

La Ley de la Segunda Oportunidad

La Ley de la Segunda Oportunidad (recogida en el BOE, 25/2015), es un mecanismo de ayuda para personas físicas y jurídicas que se encuentran en una situación de insolvencia que no les permite seguir pagando sus deudas.

Como tal, es un proceso ideal para todas aquellas personas que tienen grandes cantidades de deuda y que no pueden seguir pagando debido a la pérdida de su puesto de trabajo, o por un proyecto empresarial fallido.

La aplicación de la Ley de la Segunda Oportunidad consta de dos fases principales:

El proceso se inicia con fase extrajudicial de pagos. En esta se deudor y acreedores negocian las condiciones de la deuda con el objetivo de reducir las cuotas a una cantidad coherente y adaptada a la situación actual. En esta negociación interviene un mediador concursal que procurará que lleguen a un acuerdo que acontente a ambas partes.

Este acuerdo incluye quitas y esperas que se fijan en un nuevo plan de pagos y un calendario donde se establece cuando se cobra. Las quitas en cuestión pueden llegar a ser de hasta el 50% y se logra liquidando una parte de los bienes del deudor. El resto de deuda se continúa pagando en un máximo de 10 años.

Si, por el contrario, no hubiera acuerdo entre ambas partes, se inicia la segunda fase, pero esta vez por vía judicial. En esta se liquida el patrimonio del deudor para satisfacer la mayor cantidad de deuda posible, y el resto que quede pendiente de pago se elimina a través del Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho.

El procedimiento de la Ley de la Segunda Oportunidad es el único que permite la cancelación real de las deudas, sin refinanciar ni reestructurar las deudas. 

Cormeum, tu bufete especializado

En Cormeum conocemos a la perfección la Ley de la Segunda Oportunidad. Por esta razón, hemos ayudado a muchos particulares y empresas a lograr cancelar todas sus deudas. Nuestros profesionales especializados en esta ley te ofrecen las máximas garantías para que logres la oportunidad que mereces.

Nuestros abogados proporcionan una asesoría jurídica total que contempla todo el proceso, ayudándote a sacarle el máximo partido a esta Ley. Además te acompañarán en los trámites a realizar y negociarán por ti con las entidades bancarias para que consigas no seguir pagando las cuotas desorbitadas a las que no puedes hacer frente.

Si deseas más información o necesitas un presupuesto personalizado no dudes en llamarnos al teléfono 932 71 35 56 o también puedes escribirnos a través del siguiente formulario.