Cada vez son más las parejas que optan por recurrir a la separación de bienes para evitar posibles problemas futuros en caso de divorcio. En este artículo te explicamos cuáles son las principales ventajas de la separación de bienes.

¿Qué es la separación de bienes?

La separación de bienes, como tal, es uno de los tres regímenes económicos de matrimonio que existen en España. Este contempla que cada cónyuge mantiene toda propiedad, así como el derecho a administrar sus bienes, tanto los adquiridos antes de contraer matrimonio, como los adquiridos durante este.

De tal forma, en caso de divorcio cada uno mantendrá la posesión de sus bienes sin tener que dar ninguna parte de ellos a la otra parte. Aquellos bienes que se hayan comprado entre ambos, serán distribuidos en la proporción que hayan aportado cada uno.

¿Qué otros regímenes existen?

Como hemos dicho anteriormente, existen tres regímenes en nuestro país. Los otros dos son el régimen de gananciales y el de participación.

El primero de ellos, el de gananciales, se da cuando ambos cónyuges acuerdan que todos los beneficios que logren mientras dure el matrimonio pertenecerá a ambas partes, indistintamente de la parte que proporcione cada uno. Esto también es aplicable a las deudas.

En el segundo caso, se establece un sistema de régimen de participación, aunque en caso de divorcio cada parte participa en las ganancias y disminuciones del patrimonio.

Particularidades de la separación de bienes

La separación de bienes tiene una serie de características referentes a ciertos aspectos de la economía y el patrimonio durante la vida matrimonial, así como en caso de divorcio.

Patrimonio matrimonial

Es importante entender cómo funciona la separación de bienes cuando ambos cónyuges compran un bien de forma conjunta. En estos casos, se entiende que estos bienes son de ambas partes, en la parte proporcional que hayan aportado en la compra. Si uno de ellos fuera el propietario íntegro de la vivienda habitual, se tiene que tener especial consideración en el Artículo 1320 del Código Civil, en el que se establece que “para disponer de los derechos sobre la vivienda habitual y los muebles de uso ordinario de la familia, aunque tales derechos pertenezcan a uno sólo de los cónyuges, se requerirá el consentimiento de ambos o, en su caso, autorización judicial”. De esta forma, aunque una de las partes sea propietaria del inmueble en cuestión, en determinadas situaciones necesitará la aprobación de la otra parte.

Contribuir a la economía del núcleo familiar

Una de los aspectos clave de este régimen matrimonial es que ambas partes deben contribuir en los gastos del sostenimiento de la familia y del hogar, así como la educación de los hijos o la asistencia sanitaria.

Se entiende que estas cargas deben ser repartidas de forma proporcional a ambos cónyuges, por lo que ambos deben realizar aportaciones en forma de dinero, bienes y el trabajo doméstico.

Repartimiento de las deudas

Todas aquellas deudas que puedan contraer a lo largo de los años los cónyuges es otro punto importante. En este sentido, se establece la deuda contraída por uno de las partes será responsabilidad solo de esta. En caso de que no pudiera pagarla, debería responder con los bienes propios. Esto se da siempre que no hayan acordado de forma solidaria, mancomunada y subsidiaria en relación a las reglas del Derecho de obligaciones.

Repartimiento de bienes en caso de divorcio

En este punto, existe cierta controversia. La liquidación de los bienes que forman parte del patrimonio del matrimonio y el consiguiente repartimiento depende de cada caso. En ocasiones, en situaciones de proindiviso se hace otorgando una escritura pública en la Notaría. En otras, se hace a través del acuerdo amistoso entre ambas partes. Otros casos extremos con desavenencias, sin embargo, suelen desembocar en los Juzgados, para tratar el repartimiento según se interprete que sea más justo teniendo en cuenta las aportaciones de cada parte cónyuge.

¿Qué ventajas tiene la separación de bienes?

En relación a todo lo explicado anteriormente, podemos identificar unas ciertas ventajas acerca de este régimen de matrimonio. Principalmente los pros de esta opción son:

  • Cada parte conserva sus bienes, pudiendo disponer de este libremente.
  • Pueden comprar conjuntamente bienes que serán de propiedad de ambos.
  • Es interesante cuando una de las partes tiene un patrimonio muy superior a la otra parte.
  • Se responde a las deudas separadas con el patrimonio de cada parte.
  • A priori, es un proceso de divorcio más rápido y sencillo.
  • Facilita el reparto de la herencia en caso de fallecimiento.

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