Normalmente asociamos la idea de tener que vender nuestra vivienda habitual para poder pagar las deudas con nuestros acreedores, pero no siempre es así. A continuación, te contamos cómo puedes terminar sin deudas sin perder tu casa.

No puedo pagar mis deudas, ¿voy a perder mi casa?

Muchas personas se ven en algún momento con serias dificultades para seguir pagando las cuotas de sus deudas. La primera preocupación surge en cómo conservar la vivienda, y es que preocupa en gran medida terminar sin deudas y sin casa. En ocasiones, estas dificultades pueden durar solo unos meses, por ejemplo, hasta que encuentra un nuevo puesto de trabajo. Para estos casos, existen diversas soluciones temporales que nos pueden dar un poco de aire, ganando algo de tiempo para encontrar una solución.

Si nuestra relación con la entidad financiera es buena, podemos aprovechar un para solicitar un anticipo de la nómina, o aplazar el pago de las cuotas durante un tiempo.

Otras veces las perspectivas pueden no ser tan positivas a corto plazo, y es aquí cuando la situación requiere de medidas extraordinarias. Opciones como la reunificación, la reestructuración de deuda o la cada vez más famosa Ley de la Segunda Oportunidad, pueden ser algunas soluciones útiles para revertir una situación tan delicada.

Reunificación

La reunificación es una alternativa para todos aquellos que están pasando por serios apuros económicos. Esta consiste, tal como su nombre indica, en unificar todas aquellas deudas en una sola, logrando una cantidad inferior a la que se pagaría por separado.

A simple vista parece una opción atractiva, aunque cabe decir que la reunificación tiene muchas luces y sombras. Y es que, el proceso de reunificación tiene algunos costes como son los gastos de cancelación de los créditos actuales, apertura de la nueva deuda, así como otras comisiones y gastos de gestión.

Además, si miramos a largo plazo, el deudor acaba pagando una mayor cantidad de dinero en concepto de intereses (las deudas se alargan en el tiempo).

Reestructuración

Es otra alternativa a la anterior. A través de esta se intenta llegar a un nuevo acuerdo con los acreedores. El objetivo es que se reduzcan las cuotas para facilitar que el deudor pueda pagarlas. Además, se alteran los plazos de pago, quitando las deudas acumuladas a corto plazo y consolidándolas a largo plazo. La deuda, con unos nuevos intereses, pasará a pagarse de forma escalonada, creciendo de forma gradual según mejora la situación del deudor.

Para conseguir esta reestructuración, sin embargo, debemos llegar a ese acuerdo con la entidad acreedora y muchas veces no es fácil conseguirlo. Dependerá, por lo tanto, de nuestra relación con la entidad bancaria, y de que hayamos cumplido religiosamente con todos los pagos durante muchos años. Esto ayudará a que confíen en nosotros y en nuestra capacidad para cambiar la situación.

La Ley de la Segunda Oportunidad

La Ley de la Segunda Oportunidad (BOE, Ley 25/2015) es un mecanismo que ofrece la eliminación efectiva de todo tipo de deudas. Desde su introducción en nuestro código legislativo, ha permitido a miles de familias, autónomos y empresas poner su contador a cero, cancelando grandes cantidades de deudas que no podían pagar.

Esta Ley tiene un proceso dividido mayormente en dos etapas principales:

Acuerdo extrajudicial de pagos

Es la primera fase, que se inicia con la firma ante Notario (en caso de los particulares) de la solicitud, o presentando la documentación necesaria ante la Cámara de Comercio o el Registro Mercantil de la localidad (en el caso de las empresas y autónomos). A partir de aquí se asigna a un mediador concursal que intervendrá en la negociación entre deudor y acreedor. El objetivo de esta negociación es lograr unas nuevas cuotas en sus deudas que sean coherentes con su situación económica. Normalmente se aplican quitas y esperas, resultando en una reducción en la deuda de más de un 60% en algunos casos.

Exoneración del pasivo insatisfecho

Si no se llega a ningún acuerdo en la fase anterior, se da el inicio del concurso consecutivo. Con este proceso se lleva a cabo la liquidación de todo el patrimonio del deudor a fin de satisfacer la mayor parte de las deudas como sea posible. Si a pesar de esta liquidación sigue quedando una parte sin pagar, se procede a aplicar el conocido BEPI, el beneficio de exoneración del pasivo insatisfecho. Esto supone la eliminación de todas las deudas, de forma que el deudor no debe seguir pagando ninguna cuota pasado el proceso. Para aplicar este beneficio, debe existir buena fe del deudor.

¿Pagar mis deudas supone quedarme sin casa?

La respuesta es que no necesariamente. Aunque se asocia la idea de que terminar las deudas supone quedarse sin casa, no siempre es así. Existen muchos precedentes de personas que se han acogido a la Ley de la Segunda Oportunidad dejando su vivienda al margen del proceso, logrando mantenerla en su poder tras este.

Y es que con esta ley podemos solicitar la cancelación de todos los créditos, préstamos, tarjetas que queramos… e incluso deudas públicas. Como tal existen formas de mantener el préstamo hipotecario al margen, dejando así la vivienda libre del posible concurso consecutivo.

En algunos casos particulares, como el que se vio en Barcelona dos meses después de la entrada en vigor de esta ley, se ha llegado a conseguir el beneficio de exoneración del pasivo insatisfecho a la par que se ha mantenido la vivienda. En estos casos, el deudor podía seguir pagando las cuotas hipotecarias, y esto facilitó que fuera posible mantener la vivienda.

Necesito eliminar mis deudas

Si te encuentras en una situación límite económicamente, la Ley de la Segunda Oportunidad es tu mejor baza para empezar de cero sin la losa que suponen todas tus deudas. Recuerda que terminar sin deudas no significa quedarse sin casa. Para acogerte a esta ley de exoneración de deuda, Cormeum Legal pone a tu disposición un equipo de profesionales que conocen a la perfección el proceso de la Ley de la Segunda Oportunidad. Nuestros letrados han logrado que muchas personas y empresas hayan eliminado grandes sumas de deuda. Esto les ha permitido recuperar la tranquilidad de poder llegar a final de mes.

Si quieres saber más acerca del procedimiento o necesitas asesoría en Derecho Bancario, no dudes en ponerte en contacto con nuestros expertos. Puedes hacerlo a través del siguiente formulario, o llamándonos al 932 71 35 56.